Santa Teresa de Calcuta

bienaventurados

 

 Desde sus primeros pasos como misionera hasta su Canonización, recorremos la vida de esta monja que hizo de la solidaridad, la compasión y el amor incondicional  hacia el más necesitado, la razón de su existencia.  Creadora de la comunidad Hermanas Misioneras de la Caridad, diseminada en más de ciento veintitrés países. Obtuvo el Premio Nobel de la Paz en 1979.  Fue Canonizada por el Papa Francisco el 4 de setiembre de 2016.

 

«De sangre soy albanesa, de ciudadanía india.  En lo referente a la fe, soy una monja católica.  Por mi vocación, pertenezco al mundo.  En lo que se refiere a mi corazón, pertenezco totalmente al corazón de Jesús».   Así se autodefinía Madre Teresa, Santa, que nació el 26 de setiembre de 1910 en Skopje, pueblo Albanés que había formado parte de la antigua Yugoslavia.  Su nombre era Agnes Gonxaha Bojaxhiu.  Y fue ya a temprana edad, no había cumplido aún los 12 años, cuando sintió el deseo de ser misionera; cierto día estaba a los pies de la Virgen de Letnice cuando escuchó la «llamada divina» que la convencía de servir a Dios;  fue la primera

teresa-monja vez que la embargó una profunda alegría interior, sentimiento que la acompañaría en su largo camino de compasión y servicio.

En septiembre de 1928, a sus 18 años, animada por el deseo de hacerse misionera, Gonxa dejó su casa para ingresar en el Instituto Hermanas de Loreto, en Irlanda.  Allí recibió el nombre de Hermana María Teresa (por Santa Teresa de Lisieux).   Meses después inicia su viaje a India, llegando a Calcuta en 1929.

Después de profesar sus primeros votos en 1931, la Hermana Teresa fue destinada a la comunidad Loreto Entally, siempre en Calcuta, a la escuela para chicas St. Mary, dónde permaneció durante 20 años; primero enseñando, luego como directora.  Esas dos décadas fueron de gran alegría para Teresa, marcadas por períodos de profunda oración y una relación de armonía y arraigado amor por sus hermanas religiosas y sus alumnas.  Durante ese período, también, fue forjando su temple; caracterizándose por su caridad, su altruismo y coraje, por su capacidad para el trabajo duro, y por su talento natural para organizarlo todo.

Por aquellos años, el 24 de mayo de 1937, hizo su profesión perpetua convirtiéndose -como ella misma dijo- en «esposa de Jesús para toda la eternidad». Desde ese momento se la llamó Madre Teresa.Fue esa la época en que comenzó a preocuparse por los enfermos y pobres de la ciudad; y  la presencia de moribundos en las calles la que la incitó a dar ese primer paso que marcaría su vida y la de la humanidad.

Su entrada al mundo de los pobres fue el 17 de agosto de 1948.  Ese día se vistió por primera vez con el sari blanco orlado de azul y atravesó las puertas de su amado Convento de Loreto.  Después de un breve curso con las Hermanas Médicas Misioneras, Madre Teresa, se sintió capacitada e inició su visita a las familias, lavó las heridas de niños y jóvenes, se ocupó de un anciano enfermo que estaba tendido en la calle, cuidó a una mujer que estaba muriendo de hambre y de tuberculosis.  Comenzaba cada día entrando en comunión en la Eucaristía, y salía con el rosario en la mano para encontrar y servir a Jesús en «los no deseados, los no amados, aquellos de los que nadie se ocupaba».  Luego de unos meses comenzaron a unirsele, una a una, sus antiguas alumnas.

teresa-y-ninoInicialmente la congregación tenía sólo trece miembros en Calcuta, pero con el tiempo se expandió por el  mundo; a partir de 1964 se estableció en Venezuela, y hacia 1968 la Madre Teresa había inaugurado establecimientos en Roma, Tanzania, Australia y se extendió por gran parte de Asia, África, Europa y Estados Unidos.

Las Hermanas de la Caridad ofrecían cuidado a los refugiados, ancianos, pobres, víctimas de inundaciones, epidemias, hambrunas.  Madre Teresa eligió vivir en Calcuta, en el lugar de más sufrimiento, donde la gran mayoría del pueblo lucha por sobrevivir en los límites de la dignidad humana, hambrientos, enfermos,  para dar con sus cuidados todo el amor que albergaba.  Mujer de gran fortaleza espiritual, vivió cotidianamente con la muerte, no la asustaron ni las pestes ni la miseria,-ella no tenía miedo de contagiarse las enfermedades sino de contagiarse la indiferencia- colmando todo con su amor y compasión.

Fue distinguida con el más alto galardón de la India, el Bharat Ratna, en 1980 por su labor humanitaria; a éste se sumaron una decena de premios y reconocimientos, tanto nacionales como internacionales.

Obtuvo el Premio Nobel de la Paz en 1979.  Madre Teresa se rehusó a asistir al banquete ofrecido a los ganadores yteresa-premio-nobel pidió que el dinero de esa cena se entregara a los pobres de la India.  Dijo en su discurso al recibir el Nobel: «Hay tanto sufrimiento, tanto odio, tanta miseria, y nosotros empezamos en casa con nuestra oración, con nuestro sacrificio.  El amor comienza en casa y no es tanto cuánto hacemos, sino cuánto amor ponemos en las cosas que hacemos».

Madre Teresa falleció el 5 de setiembre de 1997, a los ochenta y siete años, a causa de un  paro cardíaco.  El gobierno indio le concedió un Funeral de Estado y su féretro fue trasladado por gran parte de la ciudad en el mismo carruaje en el que fueron llevados los restos de Mahatma Gandhi.

Menos de dos años después de su muerte el Papa Juan Pablo II permitió la apertura de su causa de  Canonización, incitado por la fama de Santidad de Madre Teresa y de los favores que se le atribuían.

Luego de un largo proceso, los Cardenales y Obispos de la Congregación Vaticana, reconocieron los dos milagros, las teresa-ultima-fotodos curaciones consideradas científicamente inexplicables, que la llevarían a la Beatificación  y posterior Canonización.  El primero ocurrido en 1998  a Mónica Bersa, una mujer india de 34 años que padecía un tumor en el abdomen y había sido desahuciada; ella era devota de Madre Teresa por lo que le colocaron, sobre el vientre, una medalla que había pertenecido a la monja, y mejoró repentinamente.   El otro, y el que permitió su ascenso a Santa, ocurrido en el 2008 al brasileño Marcilio Andrino, de 43 años, que sufría una infección rara en el cerebro e hidrocefalia; cuya esposa lo encomendó en sus rezos a Madre Teresa (una antigua jefa se había curado de un aneurisma rezándole a ella), e inexplicablemente los abscesos desaparecieron y la hidrocefalia sanado.

Fue Beatificada por el Papa Juan Pablo II el 19 de octubre de 2003, y Canonizada, trece años después, por el Papa Francisco, el 4 de setiembre de 2016, durante el Jubileo de la Misericordia.

 

 

 

 

 

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